viernes, 16 de enero de 2009

Bendiciones, cuenta y verás....

Muchas cosas me sucedieron durante el proceso de recuperación de las heridas del accidente....

Fui una sobreviviente que se salió de las estadísticas y siempre voy a repetir, hasta el cansancio, que si bien los médicos hicieron su parte - a regañadientes y porque los obligué muchas veces -, Nuestro Padre Celestial estuvo presente en cada una de las etapas de mi recuperación.

Para los que tienen Fe, saben que los milagros existen.

Yo soy la prueba de un milagro.

Cuando me accidenté, las probabilidades de que viviera eran NULAS.

Las heridas fueron de tal magnitud que, cuando cuento lo que me pasó, nadie lo cree, aún los que son médicos.

Pero hubieron ciertos factores que influyeron en gran manera, en mi proceso de recuperación.

Como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, sabemos que los hombres dignos poseen el Sacerdocio, que es el poder de Dios delegado a los hombres para que actúen en Su nombre.

Mi papá es un poseedor de ese Sacerdocio, y cuando tuve el accidente, él me dio lo que llamamos una "Bendición de Salud"**.

La voluntad de Nuestro Padre Celestial no la podemos torcer, no podemos evitar que no sucedan las cosas, simplemente podemos confiar en que si está en Sus Planes el que uno sobreviva a enfermedades o accidentes, de seguro que vamos a sobrevivir.

Parece que yo no estaba lista para partir de este mundo, así que mi papá, muy sabio él, me dio una bendición para que, si era la voluntad de Nuestro Padre Celestial que viviera, así fuera.

No dijo, ni pidió que no me muera, solamente oró y me bendijo, junto a mi Tío Jim, para que si era la voluntad del Padre Celestial, sobreviviera.

Repito, ¡las heridas eran terribles! NADIE creía que iba a pasar esa noche...

Es más, uno de los médicos salió, mientras estaba siendo intervenida quirúrgicamente, a decirle a mi papá que fuera preparando otro funeral porque yo no iba a sobrevivir.

Parece que varias veces entré en "paro" y no me podían regresar....

Pero... Salí de esa cirugía.

Estaba más muerta que viva. Llena de aparatos y tubos que me asistían mecánicamente para que respirara y me alimentara, con heridas que habían sido "arregladas" por el hecho de que el juramento Hipocrático les obligaba a hacer lo que estuviera a su alcance para "curarme", y si sobrevivía, sobrevivía... Ellos habían hecho lo que más podían.

Y salí de esa cirugía, de 5 días en respirador mecánico en la unidad de Terapia Intensiva, con tutores en la pelvis, en las rodillas, con heridas que no sabían si podían ser reconstruidas, con un cuerpo lleno de cicatrices, huesos rotos, infecciones que se desataron porque las fracturas fueron todas expuestas, y se "ensuciaron" con la tierra y las impurezas que habían en el medio del campo, sobre un asfalto, en una ruta en medio de las montañas...

Y si, yo sé que sobreviví gracias a la bendición de salud que me dio mi papá, porque no era mi tiempo de partir, porque tenía que seguir en esta tierra por algún propósito, y porque todo lo que yo sé y afirmo, es debido a que todo en mi vida se basa en mi Fe y en el conocimiento que tengo de que Dios y Jesucristo viven, y que esto es solo un paso hacia la eternidad.

solcito_ 

 

 

 

***"Bendiciones de salud"*** : Mateo 9.-  Marcos 6:5 Marcos 6:13.- Lucas 4: 38 - 41.- Juan 4: 43 - 54.- Y muchas otras más....

escrituras abiertas II Nota:

Si bien nos llaman los "mormones" por El Libro de Mormón, también leemos La Biblia, así que a partir de ahora, cuando la ocasión lo amerite, citaré algunas Escrituras de La Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento) y El Libro de Mormón.

Las escrituras del Libro de Mormón tendrán un enlace, ya que el site de la Iglesia tiene las escrituras on-line.

miércoles, 14 de enero de 2009

"Mis caminos, no son tus caminos..."

camino-1

Una de las cosas que yo me preguntaba cuando tuve el accidente, es:

¿Por qué a mí?

Los dolores y la angustia de no saber qué me pasaba o como iba a terminar todo, eran tales, que las dudas asaltaban mi mente muchas veces.

"Castigo" era lo primero que se me venía a la mente.

No soy perfecta, cometo errores, pero eso es la vida: prueba y error.

Había sido madre soltera, así que había cometido un error: no había sido obediente a un principio que regía mi vida y que yo había aceptado seguir. Pero me había arrepentido y sabía que Dios me había perdonado, así que castigo no era.

Entonces tuve que seguir otro razonamiento.

Algo debía aprender....

Todos dependemos del Señor, de una u otra manera.

Tener Fe es creer en cosas que no vemos, pero que sabemos que existen.

"Es pues la Fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." [Hebreos 11:1 - Nuevo Testamento.]

Mi Fe había sido puesta a prueba.

Mi mamá había fallecido en el accidente.

¿Qué es lo primero que hacemos ante una muerte?

Buscamos culpables....

¿Y Quién es el primero que cae en la volteada?

Exacto: DIOS.

Pero gracias al Evangelio, a los principios que me había enseñado mi mamá, quién ya no estaba a mi lado, pero que sus palabras seguían dando vuelta por mi mente y mi corazón, a mi papá, a mis hermanos y a saber que esta vida es solo un paso en nuestra existencia eterna, me pude dar cuenta que Dios no tenía nada que ver.

Había tenido un accidente, no sé que pasó, no me acuerdo de nada -  y no sé si me acordaré alguna vez -, pero Dios no tuvo la culpa, y no sabemos quién tuvo la culpa.... Solo sucedió.

Yo sé que mi mamá está esperándome. Que llegará el día en que resucitaremos y nos juntaremos otra vez. Que podremos abrazarnos y comprender que todo esto que pasó en nuestra existencia terrenal fue una prueba para darnos cuenta que nuestros caminos no son Los Caminos de Dios, que aunque no entendamos porque suceden las cosas, tenemos que aceptar que suceden con un propósito....

No sabemos los designios de Dios, pero lo que si sé, es que El es un Padre Celestial amoroso que nos ama y que está esperando que volvamos a Su Presencia.

Esta tierra es el lugar donde nos preparamos para regresar a El.

En esta tierra es el lugar donde pasaremos pruebas.

Algunas difíciles, otras fáciles, algunos tal vez no sufran ninguna prueba a lo largo de su vida; tal vez otros pasemos todas las pruebas; pero lo que yo sé es que si confiamos en Dios, Nuestro Padre Celestial y en Jesucristo Su Hijo, las cosas van a ser un poco más fáciles, no digo que van a ser FACILES, solo que tendremos Fe en que hay ALGO más allá de esta vida y que realmente vale la pena pasar por todo este estado probatorio.

Porque todo es: Una Cuestión de Fe.

 

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